La locura de la F1

Quizás este título os lleve a malentendidos y penséis que soy una forofa de las carreras de coches, pero nada más lejos de la verdad amigos.
Por estas fechas , hace ya tres años ,vengo sufriendo los inconvenientes de la celebración de la Fórmula 1 en Valencia. Entre el ruido de los bólidos y los cortes y desvíos de los autobuses me tienen como loca.
Lo único bueno sería poder ver de cerca a los machazos que los conducen, pero eso, con las vallas que colocan en todo el circuito, es imposible; a no ser que te compres una de las carísimas entradas para el evento.
Si por lo menos lograra colarme en una de las exclusivas fiestas en las que se reúne todo el pijerío nacional y extranjero, algún provecho le sacaría a toda esta locura, pero con las fuertes medidas de seguridad creo que no va a ser posible.
De momento me he comprado un buen par de tapones para los oídos y para satisfacer mi lujuria, me conformaré con seguir expiando a mi vecino de enfrente, que no conduce un F1 pero a mi me pone como una moto, jejjeje.